Disgregatio XI: "ENTOMOLOGÍA"

 
Por su sangre corría sangre bucanera. Este hecho la hacía sentirse especial, no es cualquier cosa ser la última descendiente de un corsario, de esos que recorrían los mares saqueando buques y raptando aristócratas. Quizá por ello tenía esa querencia por el ron, sin duda su bebida favorita. Se sonrió. ¡Mira que tenía pensamientos absurdos! 

Sacudió ligeramente el vaso para escuchar el tintineo de los hielos contra el cristal.  El ron moreno con muchos cubitos era su quitapenas ocasional. Su dulzor suavizaba la amargura de la decepción,una decepción ya conocida, no era la primera vez que un hombre la mentía.

La rabia ardía en sus ojos. No era una sensación agradable y para esquivarla buceó en sus recuerdos con el fin de exorcizar a los pequeños demonios susurrantes de maldades. Bajó los párpados dejando que ecos del pasado ocuparan su mente. Entonces se vió junto a la chimenea de piedra escuchando absorta a la abuela ... " Nena, nunca olvides que por tus venas corre sangre de un pirata francés, que huyendo de la armada inglesa arribó en Finisterre..."
Le agradó  evocar aquellas tardes en las que la niebla no importaba, acurrucada junto al fuego mientras las palabras bailaban a su alrededor.

Otro trago, más tintineos. Y un nuevo pensamiento,¿cómo podía haber sido tan tonta? Creyó haber encontrado en él a una mariposa monarca pero resultó ser una mosca común. ¡Ya ves! 

Apuró el contenido del vaso mientras notaba el sopor del alcohol nublando su mente, seguramente se quedaría dormida en unos minutos, al menos es lo que esperaba.