Disgregatio 63: "CUANDO CALLAS"


Lo siento flotar sobre los ruidos cotidianos, ahí... Suspendido, como aceite sobre agua. 

El silencio  es aceitoso e impermeable, tanto que empaña el crotoreo del cigoñino clamando sus gusanos, allí, en el nido sobre el campanario.

Lo veo reptar viscoso sobre la lámpara, sobre los estores, sobre el espejo. Gotas opacas que lacan los muebles. 

Y yo, aquí, en el centro de mi sala, sentada en un taburete cojo, observando un mundo velado. Por el silencio... De almas mudas.


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